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Geografía
POLÍTICA
Organización y ordenación internacional - 1ª parte
a organización de un orden internacional a cargo de las naciones soberanas, es un hecho relativamente reciente en lo que se refiere a su fuerza jurídica y capacidad de intervención.
Hoy en día es conocida la existencia de numerosas organizaciones internacionales de todo tipo, empezando por la propia ONU (Organización de las Naciones Unidas), con todas sus organizaciones dependientes, algunas muy importantes y populares; y pasando por organizaciones de carácter militar, como la OTAN (Tratado del Atlántico Norte), o de tipo económico, como la OPEP (organización de países exportadores de petróleo).Pero no siempre ha sido así; hasta el siglo XIX la vida internacional organizada apenas existía. La existencia de los estados, y la cada vez mayor interrelación entre ellas a todos los niveles, sobre todo económicos, hacía necesaria la creación de un marco común de discusión, cooperación y adopción de soluciones a los numerosos problemas planteados.
Las conferencias internacionales
Los primeros intentos de cooperación internacional entre países fueron las conferencias internacionales. El Congreso de Viena de 1815 es el punto de partida de una serie de conferencias que se celebrarían a lo largo del siglo XIX. El Congreso de Viena, celebrado entre septiembre de 1814 y junio de 1815 en la ciudad austriaca del mismo nombre, fue una asamblea de representantes de las potencias europeas, que pretendían organizar la convivencia entre sus pueblos tras el fin de las guerras napoleónicas. En ella participaron soberanos de Austria, Dinamarca, Prusia, Rusia, etc., y diplomáticos muy relevantes, tales como Metternich, Talleyrand, Castlereagh, Wellington, Hardenberg y el cardenal Consalvi.Las conclusiones fundamentales del congreso fueron:
La hegemonía francesa, con su considerable población y situación en el centro de Europa, constituía además una amenaza militar incontestable por sí solo por ningún estado europeo. De todas formas, el liberalismo surgiría vigorosa y repetidamente a lo largo del siglo XIX.
El mismo año de 1815 en que se celebró el Congreso de Viena, se firmó La Santa Alianza. Fue un pacto suscrito por el zar de Rusia, el emperador de Austria y el rey de Prusia, marcado por una simbólica reunión de las potencias ortodoxas, católicas y protestantes. Rápidamente se adhirieron la gran mayoría de los príncipes europeos, aunque posteriormente fue perdiendo credibilidad.El objetivo primario del pacto era adaptar las políticas internas y externas a los principios del cristianismo, aunque se manifestaba el deseo de que fuera en realidad una fuerza de intervención a nivel europeo, que paralizase cualquier intento de romper el orden que se había establecido con la caída del impero napoleónico. Intervinieron en los intentos revolucionario de Nápoles y Piamonte en 1821, y España en 1823. Durante unos 50 años consiguió evitar los enfrentamientos entre los grandes estados de Europa.